domingo, 21 de noviembre de 2010

"¿Es necesario haber sufrido para poder gozar plenamente?"

   En primer lugar sería necesario definir con precisión los conceptos sufrir y gozar para un mejor entendimiento de la pregunta planteada. Sufrir significa sentir físicamente o moralmente un daño, un dolor, un castigo. Por otro lado, gozar es sentir y experimentar gratas emociones. Son dos conceptos muy contrarios y por ellos nos va a permitir una respuesta muy variada.

   A dicha cuestión planteada respondo que es necesario sufrir para poder gozar plenamente porque tenemos que sufrir para saber lo que es bueno ya que si no, no podemos saber aquellos que ciertas personas entienden como bueno. Es decir, una persona que no tiene dificultades en la vida ni verdaderamente sufre es porque constantemente le están pasando cosas buenas y por ellos no las aprecia, no las goza con tanto entusiasmo como una persona que desde que ha nacido tiene obstáculos, como puede ser el gozo de los reyes de España y el gozo de un niño pobre cuando le dan u n juguete. En este caso podemos apreciar dos formas distincas de gozar, pero la segunda es la que alcanza el gozo pleno, extremo, total.

   Pero existe una objeción a la tesis y es que no hace falta sufrir para saber lo que es gozar plenamente, ya que a las personas que les han pasado siempre cosas buenas también tiene a su alrededor a gente que sufre y es lo que les hace ver a los afortunados que lo que les pasa a ellos es un sentimiento contrario al de los otros ya que es positivo.

  
   Podemos añadir otra cosa más ¿Qué preferimos gozar plenamente o gozar sin apreciarlo? Todos preferimos la primera opción pero a la hora de la verdad no nos privamos de nada y adquirimos todo aquello que nos satisface físicamente y moralmente, y es cuando tenemos algún problema y nos damos cuenta de las cosas, del aprecio no valorado que otros elogiarían pasando, sin embargo desapercibidos. Por ello deberían moderar nuestra ambición y pensar en todos aquellos que darían la vida por tener una insignificante cosa de las que tenemos.

   Para concluir, el sufrimiento es la causa del gozo pleno que es la consecuencia. Así pues, la contradicción de los términos explica esta relación, que por regla general la mayoría del mundo no la experimenta debido a la abundancia de placeres y bienestares que abundan en sus hogares.

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